El Pavimento Podotáctil y la Accesibilidad

Tomado de la Revista Numbers, Edición 24, Marzo del 2018

Conocemos por podotáctil a la característica de una superficie, ya sea piso o pavimento, que está relacionada con su relieve, y que permite que una persona con discapacidad visual la perciba al pisar sobre ella o al ser detectada a través del bastón blanco que es de ayuda para su desplazamiento.

El pavimento o banda podotáctil sirve para guiar a las personas ciegas o de baja visión en el entorno
María Teresa Donoso
2018-03-22

Cuando caminamos por las aceras de varias ciudades del país, cada vez es más frecuente encontrarnos con un pavimento que tiene puntos o líneas. Se trata del pavimento o banda podotáctil que sirve para guiar a las personas ciegas o de baja visión en el entorno.

Fue en 1965 cuando el japonés Seiichi Miyake desarrolló estas superficies táctiles de color amarillo, conocidas también como tenji blocks o tactile tiles(azulejos táctiles), y lo hizo con un amigo muy cercano que empezó a perder su visión; en 1967 las introdujo por primera vez en una calle en Okayama; fueron rápidamente adoptadas por los Ferrocarriles Nacionales del Japón para facilitar la circulación de sus usuarios ciegos o de baja visión en las estaciones de tren y tiendas cercanas; y así se fue conociendo y difundiendo su uso en Japón y luego en todo el mundo. En la actualidad, el uso del pavimento podotáctil se encuentra normado para facilitar la accesibilidad de las personas con discapacidad visual, como también facilita la orientación y tránsito de otros colectivos, como los adultos mayores o las personas con discapacidad intelectual.

Foto de Loges

pavimento podotáctil ubicado en una estación de metro
(foto del catálogo de LOGES)

Los azulejos táctiles diseñados por Miyake tenían ya sea líneas o puntos, y por lo tanto cada uno su función: las líneas son para guiar o encaminar, es decir, para decir “siga”; los puntos o círculos son para prevenir o advertir, por lo tanto, para decir “pare”. Inicialmente fueron de color amarillo, pero se fueron utilizando con el tiempo con otros colores para combinar con la decoración del entorno.

En la actualidad, el pavimento podotáctil se fabrica en forma de rectángulo o cuadrado utilizando varios materiales como concreto, cemento, adoquín o piedra; como también puede ser fabricado como franjas táctiles de polietileno, caucho o metal que se colocan encima del pavimento, mediante una tira adhesiva de alta resistencia junto con un sistema de anclaje. Por ejemplo, el pavimento de cemento o adoquín es utilizado en aceras, plazas, parques, es decir, en general en el espacio público; y el de polietileno o metal en aeropuertos, estaciones de metro o tren, centros comerciales, hospitales, universidades, en decir, en edificios de uso público.

Foto tomada en el CEAPAT Madrid por la Autora

 

pavimento podotáctil guía y de advertencia colocados
para guiar a una persona con discapacidad visual
desde el ingreso del edificio hasta el plano háptico
(foto tomada por la autora en el edificio del CEAPAT, Madrid)

Si bien el pavimento podotáctil es de gran utilidad para las personas con discapacidad visual, puede ser molesto, en especial para usuarios de silla de ruedas o coches de bebés, ya que el relieve vuelve a la superficie un tanto irregular, y, aunque cumpla con la normativa, implica transitar con traqueteo y sacudidas. Por ello, este pavimento debe ser ubicado donde es estrictamente necesario, y no en todo el espacio de uso público. Se recomienda colocar la señalización podotáctil cuando existen cambios de nivel; cambios de dirección; ingreso a edificaciones, parques y plazas; obstáculos, puntos de peligro o riesgo, o bien mobiliario urbano en el itinerario peatonal accesible; trayecto desde el cruce peatonal hasta la línea de fachada. Esta última es la que guía a las personas con discapacidad visual, y cuando se interrumpe o no existe debe ser suplida con la señalización podotáctil. Cabe mencionar que la línea de fachada no solamente es el paramento exterior de una edificación, sino que pueden ser elementos que guían a la persona con discapacidad visual a lo largo de espacios públicos, como un bordillo o la diferencia de pavimentos, como puede ser el cemento junto al césped.

En lo que a normativa se refiere, en el Ecuador la Norma NTE INEN 2854 trata de la “accesibilidad de las personas al medio físico – señalización para personas con discapacidad visual en espacios urbanos y en edificios con acceso al público – señalización en pisos y planos hápticos” y contiene los requisitos para la planificación y ejecución de la señalización podotáctil y táctil que permiten la orientación y desplazamiento de forma autónoma de las personas con discapacidad visual, tanto en los espacios públicos como en los edificios de uso público.

Para permitir su fácil detección, las bandas podotáctiles deben tener contraste con el pavimento adyacente, como un cambio de textura. Ese contraste se puede lograr con el uso de colores claros y oscuros, y con una buena iluminación para evitar el deslumbramiento por reflejos o sombras. La textura se logra con el relieve, ya sea de líneas o puntos, para lo cual debe tener de 2 mm a 5 mm, dependiendo del material, y debe ser sentido y percibido fácilmente utilizando el pie o con la ayuda del bastón blanco. Esto último se puede lograr con el uso del pavimento podotáctil junto al pavimento liso o con la colocación de franjas podotáctiles adhesivas sobre el pavimento. Cabe indicar que hay peatones ciegos o de baja visión que prefieren caminar junto al pavimento podotáctil usándolo como guía cuando su bastón lo va topando; en cambio, hay otros que prefieren caminar sobre él. Se debe considerar también que las señalizaciones en pisos no deben representar ningún peligro de tropiezo o caída; además, deben ser de fácil limpieza y mantenimiento.

El pavimento podotáctil de advertencia, el de puntos, debe estar colocado en los cruces peatonales siempre en el filo de la acera junto al pavimento de la calle, ya que de esta manera la persona con discapacidad visual puede saber dónde se termina la acera y empieza la calle y parar a tiempo para evitar ser atropellado por un vehículo, si no hay un semáforo peatonal con sonido que le advierta del cruce.

Otra recomendación importante es que el pavimento guía, el de líneas, no puede tener obstáculos en su itinerario, como postes, basureros, árboles, letreros, hidrantes, etc., ya que la persona no vidente puede tropezarse o caerse; el podotáctil de advertencia debe ser colocado junto a estos obstáculos. Además, si hay línea de fachada, no es necesario colocar a lo largo de la acera el pavimento podotáctil, sino que, desde el cruce peatonal, el podotáctil guía le lleva hasta esa línea. Debe estar colocado junto a la franja de equipamiento y no en la mitad de la acera, como se indica en esta figura de la NTE INEN 2854:

Según NTE INEN 2854

 

Finalmente, si la señalización con pavimento podotáctil cumple con la normativa y se aplica con un mismo y buen criterio, tendremos como resultado el que los peatones con discapacidad visual puedan transitar con mayor seguridad y comodidad. Si bien existe la normativa, un buen consejo para quien diseña es ponerse en el lugar una persona ciega o de baja visión y analizar cómo usar el pavimento podotáctil para que cumpla con la función de guiarle de manera autónoma y segura, teniendo siempre presente la frase de la Declaración de Estocolmo: “El buen diseño capacita, el mal diseño discapacita”.

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AUTORA DEL ARTÍCULO:
Ing. María Teresa Donoso de Miño,
representante en Ecuador
de la Comisión Global de Diseño Universal

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